domingo, 13 de febrero de 2011

- "... Y estoy acá, haciendo el payaso, borracha perdida, ya que es la única manera de lograr el valor necesario para acercarme a vos, sabiendo que a vos ya no te importo ( o que te esfuerzas al máximo porque así sea ), pero me da igual, porque necesito decirte algo".

+ ¿ Qué ?..

- " Que te quiero. Siempre lo he hecho y creo que siempre lo voy a hacer. Siempre me he esforzado por pasar página y me he empeñado en que me dabas igual. He hecho cosas nuevas, e incluso he logrado que me gusten otros chicos y hasta he conseguido no pensar en vos más de dos o tres veces al día, los mejores días. Pero no, no puedo. No puedo dejar de quererte. Me da mucha bronca que sea imposible olvidarte porque me siento impotente al saber que voy a quererte para siempre y que nunca voy a poder ser libre del todo, pero al mismo tiempo me da igual porque te quiero y eso está por encima de todo. Y dicho esto me voy a ir a encerrarme en un baño y a terminar de llorar hasta que se me sequen los ojos sabiendo que tú estás cada vez más lejos de mí y que, una vez más, llego tarde".

+ ..

Ya no importa cuanto haya pasado, ni cuanto hemos vivido (poco, mucho, nada), ni si quiera cuanto nos hemos querido. No importa quien soy, ni quien eras. Tampoco importa a donde fuimos, ni que hicimos. No importa porque pasó, si ya pasó. No importa. No importa el pasado si ya no hay, ni el futuro si no estarás, ni que haremos, tampoco lo que pasará si no esteremos para verlo, ni contárnoslo . No estás, no estoy. Se acabó, lo acabaste.

sábado, 11 de septiembre de 2010

AUNQUE YA NO ME DUELAS, A VECES, BUSCO TU NOMBRE

martes, 7 de septiembre de 2010

El Espíritu Santo no espera que nos obsesionemos buscando la perfección. Por eso dice la Biblia: “No quieras ser demasiado perfecto ni busques ser demasiado sabio ¿Para que destruirte?
No tienes por qué ser perfecto en todo, no hacerlo todo bien, ni hacerlo todo ahora. Suelta ese falso ideal. Porque estás llamado a ser feliz en lo que haces, no a destruirte haciendo cosas. La base de todo cambio está en aceptarse serenamente a uno mismo. Eso brinda una calma interior para descubrir los pequeños pasos que podemos dar sin destruirnos. No conviene dar lugar a los reproches interiores que terminan bloqueando todo posible crecimiento. Porque no es cierto que si no cambias ese defecto, no sirves para nada. Ese cambio puede ser importante, pero mientras no lo logres hay muchas cosas bellas que puedes hacer. Tampoco es cierto que nunca vas a cambiar. El cambio llegará en el momento justo. Pero si te desprecias y te lastimas no te preparas para recibirlo.
Vivir culpándose a uno mismo no sirve para nada, no nos estimula no nos ayuda a cambiar. El Espíritu Santo no quiere sentimientos de culpa sino buenos deseos. Por eso es tan importante mirarse a si mismos con el amor compasivo y paciente del Señor, perdonarse, y liberarse de esos ideales de perfección que provocan permanentes sentimientos de culpabilidad y de inferioridad. Pidamos al Espíritu Santo que destruya esos sentimientos inútiles.

Es algo así como si cada día de mi vida al despertar sintiese el fracaso, porque alrededor todos parecen conseguirlo pero por alguna razón yo no puedo aunque lo intente.., no se porqué, pero nunca seré suficiente.

domingo, 25 de julio de 2010

Siempre es preciso saber cuando se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella, más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando puertas. Cerrando capítulos. Como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder dejar ir momentos de la vida que se van clausurando. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir! Por eso, a veces es tan importante destruír recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.

Hay momentos y momentos. Momentos para hacer chistes. Momentos para reirse del otro. Momentos para ser serios. Momentos para joder. Momentos para preocuparse. Siemplemente, momentos y momentos. Ultimamente siento que la comparacion me pone mal. Yo soy lo que soy y otra persona es lo que es. Si te gusta tomalo y si no dejalo. Es sencillo. Nada más que eso. Tampoco entiendo la forma que tienen de tomarse algo que yo considero serio en chiste. No es comodo que se rian de tus desiciones ni mucho menos de lo que es uno. Es hartante tener que bancar cosas que uno no está dispuesto a hacer. Nunca me gusto comparar entre una cosa u otra o entre una persona y otra. No creo que haya necesidad, sino ganas de joder y herir.

viernes, 25 de junio de 2010

Pero tal vez vos tengas suerte y cuando todo eso que tenes al lado tuyo te abandone, yo siga esperándote en el lugar de siempre, con las ganas de siempre, [u]sin orgullo[/u]. Como siempre.

domingo, 13 de junio de 2010

Ya lo dijo Dios a los primeros habitantes de este planeta: "No coman de esa fruta, les traerá problemas"

lunes, 31 de mayo de 2010

Todavía no sé si es un pelotudo, un hijo de puta, o una combinación de ambas cosas